Joe es un tipo muy peculiar. Mi viejo dice que es divertido. En lo que a mí respecta, entre muchas otras cosas, me llevó a Europa. Menciono esto porque es de lo que quiero hablar. Fue hace como quince años, recién asumía su Santidad. Fuimos Echu, Diego, Toro, Alfi y Yan, de la camada. Ayudábamos a la coordinación de los pibes de 5to año, que estaban de viaje de egresados. El viaje fue fenomenal. No voy a entrar en detalles. Salvo porque le agarré la muñeca a Bene, dejémoslo ahí. No le quería afanar el relox, aviso.

El tema es que el viaje arrancó en Roma. Y allí nos quedamos por varios días. No les dije, pero el que nos guiaba era el Premo. Se conocía todo. Es porque había vivido varios años ahí en su doctorado.

Un día algo capturó mi atención. Sí, sí, los muñecos que se movían solos al compás de la música también capturaron mi atención. Risas para Toro. Pero no me refería a eso. Cinco euros perdidos…

Estábamos por una de las tantas plazas de la ciudad eterna. Yo sólo caminaba y contemplaba. Me había alejado del grupo, pero Alfi me seguía el paso. De repente veo una estatua compuesta. “Ah, mirá. Dos amantes.” Y enfoqué mi atención. Quería tratar de entender lo que estaba pasando, ya que se demostraba movimiento en la figura, pero no detecté enseguida la intención del mismo. “Claro. Romeo sostiene a Julieta. La ayuda a no tropezar. La cuida. Excelente, ¿no Alfi? Así debe ser el amor”.

—Ah, estaba en otra. Digo, viendo esas palomas. Muy linda. —Pero más veloz que yo me dijo— Igual, creo que no es tan así.

—No me vengas con algo progre.

—No desconfíes, no es tu estilo. Fijate, en realidad no está sosteniendo a la llamada Julieta. Mirá el cuadro completo. En realidad él se sostiene de ella. Ya que la muchacha hace todo el trabajo y está parada más firmemente. No es lo que parece, pero ella lo protege.

—Wow, es verdad, no me había dado cuenta. Buena observación.

—Ella está un poco más seria, como haciendo el trabajo. Y a él se lo ve feliz. Feliz y seguro.

—Nice. Che, contemplando un poco más, perdimos el grupo…

Y completos seguimos recorriendo esta ciudad tan mágica que, tal vez, no es en vano tirarle una moneda.


Luis María


Foto: Italia, Alemania y España 2005

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