Toto era un buen ciudadano. amaba a su mujer, era un buen padre, pagaba los impuestos —la mayoría—, mantenía el cuidado de su auto, respetaba al vecino, cumplia con el asado periódico con los amigos, honraba a Dios, no entraba en peleas por la calle. todo bien. Qué se le va a reprochar a este tipo, ¿no? Y por eso mismo, un día, fue elegido. En realidad ya diez años atrás los masones lo habían invitado a su clan. Los mando a cagar a esos magios. No tanto porque estaban excomulgados —que ya daba que pensar—. El tema era que eran unos penes. Pero el tiempo tiene sus designios, y guste o no los hace cumplir. Un día resultó que salio a la cancha con Gustavito. Jugaba al tenis para el ojete Posse. Pero tenia tan buen humor que le cayo bien de una. Cuestión que a partir de esa amistad que se gestó, y por su amor a la patria, se convirtió en consejal de San Isidro. Luego intendente, gobernador de la provincia, y así como se imaginan, presi presi. Y este fue el discurso inaugural de nuestro queridisimo Toto presidente:
"Queridos hermanos, hermanes, hermanus y hermanas, jaja no joda. Queridos hermanos argentinos. Hoy se celebra la libertad de nuestro país. Este es el comienzo de una nueva era para todos nosotros. Porque a partir de ahora, en el nombre de Cristo y nuestra Señora cada miembro de este país va a vivir para servir al de al lado. Esta política se va a respetar desde lo más alto hasta los más humildes. Va a haber una nueva filosofía de gobierno, justicia y educación también, porque es lo casi lo más importante. Ya que, como me enseñaron en la facultad, sin ventas ninguna empresa funciona. por ello tendremos a los mejores de los mejores a cargo de nuestra economía. No digo que no habrá más lágrimas, ya que el Señor las anunció. Pero digo que al lado de cada argentino llorando habrá otro argentino. Y no habrá más rencores. Por eso, en el primer día de mi mandato, quiero decir que queda olvidado todo mal que me hicieron mis enemigos. Especialmente queda olvidado el mal servicio que me prestó Julián Darrazabal de Azs Informatica. Cómo me dejaron en banda los hijos de puta. Bueh. Y cómo olvidar Argentina Celulares de José López y Colón. Todo bien. Me cobraron tres lucas y me hicieron esperar un mes para devolverme mi celular con los arreglos más cabezas que te puedas imaginar. Perdonado. Sin rencores. Gracias gracias".
Luis María